Escrito por Arantza Ruiz de las Heras, Dietista-Nutricionista, Complejo hospitalario de Navarra
El jamón ibérico posee unas características peculiares que lo hacen irresistible al paladar pero, además, su consumo beneficia al corazón, ya que su perfil de grasas protege contra enfermedades cardiovasculares.
El jamón ibérico sabe mucho mejor y de manera más intensa si se encuentra y se come en una temperatura ambiente, alrededor de los 21ºC y los 24ºC. El sabor untuoso característico y la textura que casi se deshace en el paladar al masticarlo se producen siempre y cuando el jamón no esté a una temperatura baja.
En cuanto a la ración recomendada de consumo de jamón ibérico, en sustitución de otros alimentos de origen cárnico, estaría enmarcada entre los 90 y los 120 gramos. Siempre y cuando la economía lo permite, pues es un producto con un precio elevado, este embutido podría consumirse de dos a tres veces por semana, consiguiendo así sustituir a otras carnes con contenido graso de peor calidad.
Loncheados TorreAlba
Para degustarlo de la mejor manera posible, se debe tomar solo o acompañado de un poco de pan. En el vaso, un vino tinto o un vino blanco son los mejores compañeros para este manjar. El fino y la manzanilla realzan mucho su sabor.
Algunas recetas con jamón ibérico
El jamón ibérico marida con prácticamente casi todo y las recetas donde podemos encontrar este ingrediente en un lugar privilegiado son muchas, variadas y todas para chuparse los dedos. Algunos ejemplos de estas recetas son:
Tostada de pan con tomate, ajo y jamón ibérico.
Revuelto de gambas, trigueros y jamón ibérico.
Cesta de hojaldre con setas e ibérico.
Ensalada de rúcula, aguacate, tomate y virutas de jamón ibérico.
Alcachofas, cardo o menestra con jamón ibérico.
Croquetas de ibérico.
Pincho de jamón ibérico, queso curado y huevo de codorniz.
Melón con jamón ibérico.
Gazpacho con trocitos de jamón ibérico.
Huevos rotos con jamón ibérico.
Endibias con ibérico y queso.
Puré de calabacín con ibérico tostado.
Escrito por Arantza Ruiz de las Heras, Dietista-Nutricionista, Complejo hospitalario de Navarra
Por qué la carne suelta tanta agua en la satén (y no tiene por qué ser un fraude)
Carnes Selectas HR Criadas en Monte Llén
Los filetes echan a menudo tanto líquido que más que freírse parecen cocerse. Pero no tienen ningún añadido por parte de la industria cárnica. Se debe a factores como el periodo de maduración en cámara, el tipo de corte o a si se congela en casa
Toda la carne que compramos tiene agua. Mucha. Por eso, cuando cocinamos, los filetes sueltan tanto líquido que más que freírlos, a veces tenemos la desagradable sensación de que se están cociendo y que encogen demasiado. Al consumidor le surge entonces la duda de si le han vendido más agua que carne y se siente estafado. Sin embargo, no hay gato por liebre, al menos no de la forma que pensamos. La carne, al ser músculo, ya sea de vaca, ternera, cerdo, cordero o pollo, tiene un alto contenido en agua, entre un 60 y un 80%, sin que el fabricante le haya añadido una pizca.
“Hay muchos factores que intervienen en la cantidad de agua que se desprende de la carne al cocinarla: fundamentalmente, la maduración”, explica Pilar Plans, veterinaria experta en carne de vacuno y autora de ‘Somos lo que comemos’, Editorial Lid (2015).
El proceso de maduración de la canal, es decir, la pieza del animal desangrado y eviscerado, es el que más influye. Antes de que el músculo sea comestible necesita un periodo durante el cual primero aparece el ‘rigor mortis’ y después, poco a poco, los tejidos musculares se contraen y se ablandan. El tiempo mínimo para la ternera, por ejemplo, es de entre unos cinco o siete días, y el máximo, de hasta 50.
Maduración en cámara
La carne, cuanto menos tiempo pase en cámara, será más dura y con menos sabor, además de retener más líquido
En el primer extremo, la carne será más dura y con mayor capacidad de retención de agua, y en el otro tendrá una textura mucho más suave y con menos líquido, pero también con un sabor mucho más fuerte. De hecho, la carne de vaca vieja con un alto grado de maduración ha adquirido mucha popularidad en los últimos años por su ternura y penetrante sabor, y es mucha más cara. Una pieza codiciada por los ‘gourmets’.
Selección Flevick Criado en nuestra finca Monte Llén
“Evidentemente, el proceso de maduración supone un mayor coste para el productor, por lo que cuanto menos tiempo pase la canal en cámara, la carne será de peor calidad”, comenta Pilar Plans. Hay otros factores: “Los animales jóvenes y las hembras contienen más agua que los más viejos, pero no se puede afirmar en absoluto que al consumidor le estén vendiendo una carne que pesa más porque lleva agua”.
La importancia del corte
El tipo de corte también tiene un peso importante, en el caso de la ternera y la vaca, no contienen la misma humedad los filetes de tapa, aguja o cadera que el solomillo.
La tapa, que es un corte de la pierna apreciado para freír por su jugosidad y de donde se extraen los escalopes y escalopines que se rebozan, es el corte que por término medio contiene más cantidad de agua, en torno a un 74%. En cambio, el lomo y el solomillo, que son piezas más nobles, tienen menos cantidad.
Cuando una carne se congela, se forman unos cristales que rompen las microfibras musculares donde las células almacenan el agua de forma natural. Estos cristales son como unas agujas que pinchan estas fibras, liberando más líquido. Las neveras domésticas realizan una congelación lenta, lo que provoca que estos cristales sean mucho más grandes que si esta ha sido realizada de forma industrial por medio de nitrógeno y con aparatos de ultracongelación, que produce unos cristales más pequeños y por tanto un menor desgarro en las fibras.
Hoy queremos explicaros cómo cortar o empezar un buen jamón ibérico de la mejor forma para aprovecharlo al máximo…
Jamones Ibéricos Grupo TorreAlba
Y ahora que ya tenemos nuestro jamón, ¿que más necesitamos?:
Un jamonero
Un cuchillo ancho y fuerte para cortar la corteza
Una puntilla, o cuchillo pequeño, para recortar la carne de los huesos
Un cuchillo jamonero para cortar la lonchas
¿Cómo cortar jamón ibérico?
La primera decisión que debemos tomar es cómo colocar el jamón. Si vamos a consumirlo en pocos días (3 o 4) podemos colocarlo con la pezuña apuntando hacia arriba, de esta forma empezaremos nuestro jamón por la maza. Si vamos a tardar más en consumirlo pondremos nuestro jamón con la pezuña apuntando hacia abajo, para empezar cortando la babilla. Esto es así porque la babilla es la parte más magra del jamón y si lo dejamos para el final y pasan muchos días podemos encontrarnos esta parte demasiado seca. Pero como casi todo en la vida, esto va a gustos.
Desglose o partes del Jamón Ibérico
Ahora que ya tenemos bien puesto nuestro jamón en el jamonero lo primero que debemos hacer, con la ayuda de la puntilla, es realizar un corte alrededor de toda la caña tal. El objetivo es facilitar el corte posterior de la corteza y las lonchas.
Ahora lo siguiente es empezar a cortar la corteza y la grasa amarillenta del exterior con ayuda de nuestro cuchillo ancho y fuerte. Esta operación la podemos hacer de golpe en todo el jamón, si lo pensamos consumir el mismo día, o realizarla cada día a medida que se va consumiendo nuestro jamón. En este último caso guardaremos algunos trozos de grasa para la posterior conservación de nuestro jamón.
Una vez llegamos a la carne podemos empezar a cortar nuestras lonchas. Las lonchas deben ser lo más finas posible, no demasiado grandes (3 o 4 centímetros) y ocupando todo el ancho del jamón. Siempre cortaremos las lonchas desde la pezuña hasta la punta. Seguiremos de esta forma hasta que lleguemos a nuestro primer obstáculo: el hueso de la cadera.
Lo mejor que se puede hacer al llegar a cualquier hueso es, con la ayuda de nuestra puntilla o cuchillo pequeño, realizar un corte alrededor del hueso. De esta forma al realizar el corte en el momento de llegar con el cuchillo al hueso nuestra loncha se desprenderá del jamón con mucha más facilidad.
Jamón Ibérico Delicatessen TorreAlba
Siguiendo con este método iremos cortando lonchas y sorteando huesos con la puntilla hasta llegar al hueso del jamón.
En este punto daremos la vuelta al jamón y seguiremos exactamente igual. Sacaremos la corteza y la grasa y haremos lonchas siguiendo la dirección desde la pezuña hasta la punta. En cuanto nos vayamos encontrando huesos que nos dificulten el corte, cogeremos la puntilla y lo rodearemos.
Y ahora que ya sabéis cómo cortar jamón ibérico, ¿os hace una tapita?
Alba de Yeltes Vitigudino
C/ Amapolas, 72 C/ Santa Ana, 4
37478 (Salamanca) España 37210 (Salamanca)
Tres orejas en la primera de la Feria de la Virgen de San Lorenzo, donde se lidió una destacada novillada de Torrealba, con cinco utreros de nota -salvo el 6º-, que fueron ovacionados en el arrastre. Darío Domínguez, vuelta al ruedo en su primero, vio como el quinto se le iba al corral tras tres avisos, mientras que Alfonso Ortiz fue silenciado.
De preciosas hechuras, el cuarto mantuvo la alta nota del encierro de Torrealba, aunque no fue hasta el último tercio cuando demostró su entregada condición. Fue a más en la muleta y Toñete, después de brindar a Manolo Sánchez en su tierra, demostró a base de disposición y buen trazo en los muletazos, que es un novillero hecho, listo para el toro. Volvió a mostrarse muy certero con la tizona y le concedieron el doble premio para atar la Puerta Grande.
Antes, de buenas y armónicas hechuras, el primero de Torrealba fue un novillo medido de fuerza, pero que tuvo calidad y transmisión en los engaños. Toñete, que se gustó a la verónica, dejó una faena llena de temple y ligazón por ambos pitones. El espadazo final puso la oreja en su mano, ovacionado el de Torrealba.
El segundo de Torrealba también ofreció buen juego. Lo paró el novillero local Darío Domínguez con una larga cambiada y después fue ganando terreno en cada verónica hasta rematar en la boca de riego. La faena tuvo ligazón y trascendencia en el tendido, gracias a la nobleza del utrero, que le permitió correr la mano, también en los medios. con ambas manos. Sin embargo, la media atravesada necesitó de un par de golpes de verduguillo que, unido al aviso, enfriaron la petición. Vuelta al ruedo y, de nuevo, aplausos para el novillo.
Quiso agradar a sus paisanos Darío Domínguez y se fue hasta la puerta de chiqueros para saludar al quinto con una larga cambiada, que estuvo a punto de acabar con el novillo llevándoselo por delante. No se pudo estirar después a la verónica y la faena de muleta fue una labor irregular con otro ejemplar charro con posibilidades para el toreo. Además de esa falta de entendimiento con el novillo, pegó un sainete con la espada y fueron cayendo los avisos irremediablementeasta que el de Torrealba fue devuelto sin matarlo.
Alfonso Ortiz saludó con bríos a la verónica al primero de sus dos adversarios. Fue otro animal con pujanza y enclasados argumentos. Tras el buen saludo de capa, toreó con oficio y continuidad en las tandas al animal, que mostró nobleza a raudales. La faena estaba hecha, pero apareció la mácula de la espada, con la que pegó un sainete. Silencio tras aviso.
Plaza de toros de Valladolid. Primera de la Feria de la Virgen de San Lorenzo. Más de media entrada. Novillos de Torrealba, bien presentados. En el 3º, se desmonteraron en banderillas Marcos Ortiz y Roque Vega.
Toñete, oreja y dos orejas. Darío Domínguez, vuelta al ruedo tras petición y aviso y silencio tras tres avisos. Alfonso Ortiz, silencio tras aviso y silencio tras dos avisos.
Los embutidos forman parte de la tradición culinaria española, aportan sabor y color a numerosos platos de cuchara, apetecibles en cualquier época del año, pero sobre todo cuando bajan las temperaturas.
Los embutidos han sido los grandes aliados de nuestros abuelos que los utilizaban, junto a los alimentos del huerto como las patatas y hortalizas, para elaborar un menú completo compuesto por un único plato: cocido madrileño, montañés, o maragato, escudella, migas extremeñas, olla podrida, pote gallego… Platos que reconfortan, y que les aportaban la energía necesaria para desempeñar las labores del campo y resistir el frío del invierno.
Embutidos HR
Los embutidos también se comen crudos, solos o en bocadillo, y son muy socorridos cuando no tenemos tiempo de cocinar, o para llevarlos cuando salimos de excursión. Sin embargo, y precisamente por su elevado contenido en grasas y sal y su gran aporte calórico, estos productos cárnicos se deben consumir con moderación. Te explicamos sus características, su composición nutricional.
¿Qué son los embutidos?
Según el Código Alimentario Español, documento oficial que reúne y define la terminología alimentaria, los embutidos son un tipo de derivado cárnico. Los derivados cárnicos se clasifican en:
Salazones, ahumados y adobados.
Tocinos.
Embutidos, charcutería y fiambres.
Extractos y caldos de carne.
Tripas.
Embutidos HR
La definición de embutidos es aquellos derivados, preparados a partir de las carnes autorizadas, picadas o no, sometidas o no a procesos de curación, adicionadas o no de despojos comestibles y grasas de cerdo, productos vegetales, condimentos y especias, e introducidos en tripas naturales o artificiales.
Tipos de embutidos
Según su principal ingrediente, los embutidos se clasifican en:
Embutidos de carne.
Embutidos de vísceras.
Embutidos de sangre.
Fiambres.
Aunque esta no es la única clasificación posible, y estos productos también se pueden diferenciar según sean: crudos (sin tratamiento térmico), y dentro de los crudos hay frescos y ahumados, o escaldados (cocinados en agua caliente). También se pueden clasificar según si son mezclas de ingredientes o puros, según su consistencia, color, etcétera.
Hay tal cantidad de productos derivados de la carne que, a veces, es difícil saber si nos encontramos ante un embutido o no. Pues bien, el truco está en la parte final de la definición, ya que embutido será aquel producto que esté o haya estado introducido en una tripa.
Los embutidos de pavo son una alternativa saludable con menor cantidad de grasa.
Si nos atenemos a esta característica es un error incluir el jamón serrano en este grupo de alimentos, ya que no se introduce en tripa. El jamón serrano es un derivado cárnico que se encuentra en el grupo de salazones.
Los embutidos de carne más conocidos y consumidos encontramos: chorizo, lomo embuchado, morcón, salchichón, fuet, salchicha, butifarra, sobrasada…
Los embutidos de vísceras a tener en cuenta incluyen la longaniza gallega, la sabadeña, o la salchicha de hígado.
Los embutidos de sangre más representativos son las morcillas y botagueñas.
Los fiambres son un grupo bastante heterogéneo que incluye, por ejemplo, el jamón de York, la mortadela, el chopped, la roulada, la galantina o el chicharrón.
La diferencia, por ejemplo, entre chorizo y longaniza, es el tamaño del diámetro de la tripa. Si es superior a 22 mm será chorizo, si es inferior, longaniza. Con el salchichón y el fuet sucede algo parecido. Si la tripa donde se embute tiene un diámetro mayor de 40 mm tenemos un salchichón y, si es menor, un fuet.
Cular Ibérico HR
Longaniza Ibérica HR
Y solo un apunte respecto a la tripa que sirve de contenedor para todos los ingredientes.
Los expertos en la materia, y aquellos de delicado paladar, prefieren las tripas naturales que provienen principalmente del intestino de cerdos, vacas, ovejas y cabras. Dicen que no interfieren con los sabores de su interior, que se mantienen más jugosas, y que el resultado final es mejor. Y, por supuesto, son comestibles. Estas tripas naturales han de estar bien limpias para poder superar los controles de higiene. Las tripas artificiales se elaboran a partir de celulosa, colágeno y plástico.
Productos Selectos HR
Escrito por Arantza Ruiz de las Heras, Dietista-Nutricionista, Complejo hospitalario de Navarra
Tiempo de degustar frescos esos deliciosos manjares que nos ofrece el cerdo ibérico. PLUMA, SECRETO y PRESAde cerdo Ibérico, se han convertido en un producto Gourmet y Delicatessen.
Desde hace pocos años, se ha introducido en nuestros platos partes de animales que no es que antes no existirían lógicamente, pero no se utilizaban ó se utilizaban unidas a otras partes.
PLUMA IBÉRICA
PLUMA IBÉRICA
En el despiece actual se extraen junto a la cinta de lomo en su porción anterior. Exenta de grasa, puede ser objeto de dos operaciones: unas industrias la seccionan y comercializan para su consumo en fresco; otras elaboran caña de lomo (con la pluma unida al resto del lomo). De cada cerdo se obtienen dos plumas de entre ochenta y cien gramos cada una.
Pluma
Tradicionalmente la pluma era una pieza que se sitúa en la parte final o posterior del lomo, cuyas fibras musculares se aproximan a las propias de la porción alta del jamón. De menor peso que la actual, y por ello con escaso valor económico, no se suele comercializar.
Esta carne es ideal para hacerla a la plancha o a la brasa.
Pluma
SECRETO DE IBÉRICO
La cruceta también llamada SECRETO IBÉRICO. Una de las presas del cerdo ibérico cuyo consumo como producto fresco ha desbordado todas las previsiones en los últimos años.
Forma parte del extremo superior de la falda y se halla también próximo al cabecero de lomo. En el despiece tradicional va unido al “tocino de lomo” u “hoja de tocino”. Compuesta por fibras musculares y grasa entreverada, forma un filete de unos ciento cincuenta a doscientos gramos.
Secreto
Esta pieza se conoce como cruceta, entre sus características destaca que una de las piezas más grasas y sabrosa, es poco atractiva a la vista, corte no muy regular y con grasa entreverada, lo que proporciona que un secreto ibérico sólo marcado en la plancha sea un bocado exquisito que se deshace en el paladar.
PRESA IBÉRICA
Adosada en la escápula, forma parte del cabecero de lomo. Es la pieza más veteada de grasa intramuscular, con aspecto marmóreo. Muy apreciada, su adquisición puede ser difícil para su consumo en fresco al ser ingrediente de embutidos selectos del ibérico (lomito, morcón de lomo, etc.). De cada cerdo se obtienen dos piezas de aproximadamente quinientos gramos cada una.
Presa
La presa de cerdo ibérico se puede elaborar casi con cualquier método de cocción, tanto entera como fileteada, a la plancha, a la brasa, al horno… agradece las cocciones cortas. Según el mercado, el precio de la presa de cerdo ibérico puede rondar entre los 17 y los 25 euros/kilo. Su valor gastronómico está en auge.
Presa
Una vez cocinadas y reposadas, cualquier pieza de carne de cerdo ibérico de bellota debe cortarse perpendicularmente a la fibra muscular de la misma para conseguir la máxima terneza
Nuestro amigo pasó unas intensas jornadas de preparación en La Roblicita y Monte Llén.
La opinión del Torero es importante para el Ganadero
Estas fincas son nuestro laboratorio donde realizamos la cría y selección de nuestro hierro principal TorreAlba. Intensas jornadas de preparación y selección.
Tentar a campo abierto
En invierno, intensas jornadas de preparación y selección.
Entrenamiento real retienta vacas madres.
La semana pasada tuvo lugar en la Finca Salmantina “La Roblicita” una retienta de vacas procedencia Torrealta, base de nuestra ganadería TorreAlba, con mucha edad para ser aprovechadas por varios diestros y toreros a caballo antes de ser enviadas al matadero , ya que alguna tiene cerca de 17 años y ya no quedan cubiertas. Destacar casi todas las vacas que saltaron al ruedo, por su bravura, su volumen, su trapío y su incansable manera de embestir.
David Fandila preparando el festival de Valero.
Bieennn!!
Casa TorreAlba
David Fandila ‘El Fandi’ abrió la temporada taurina en Castilla y León este domingo 28 enero en el tradicional festival de Valero. El diestro granadino cortó tres orejas tras lidiar toros de la Casa Matilla. Festejo de inauguración de la temporada en Salamanca.
Razones por las que deberíais comer jamón ibérico cada semana
“Cuenta con un sinfín de beneficios que mejoran la salud si se come este producto con asiduidad”
¿Es necesario comer jamón ibérico cada semana? La respuesta es sí. ¿Por qué? Porque cuenta con un sinfín de beneficios que mejorarán vuestra salud en caso de que comáis este producto con asiduidad. Os ofrecemos varias razones por las que deberíais comer jamón ibérico cada semana.
El jamón ibérico es un producto sano natural y bajo en grasa
Pese a que son varias las personas que creen que la grasa del cerdo es mala para el organismo, recientes estudios confirman que la grasa del cerdo ibérico no tiene nada que ver con la de otros animales como el cordero o la vaca. En esta ocasión, la del cerdo cuenta con menos ácidos grasos saturados, sobre todo el cerdo ibérico. ¿Por qué? Puesto que cuenta con una alimentación a base de bellotas. Si además el cerdo ha sido criado en libertad, el animal tendrá todavía más músculo y menos grasa.
Otra de las razones por las que deberías comer jamón ibérico cada semana es porque el jamón ibérico español es un derivado cárnico que no lleva ningún tipo de proceso industrial. Gracias únicamente a un tratamiento a base de sal marina y mucho tiempo por lo que es mucho más sano que otro tipo de carnes.
Según dos estudios del Hospital Ramón y Cajal, un consumo moderado de jamón ibérico mejora los vasos sanguíneos y reduce la presión arterial. Estos beneficios se mantienen hasta seis meses después de su consumo.
El jamón ibérico es sano para tu organismo
El jamón ibérico cuenta con elevado contenido en ácidos grasos monoinsaturados, también conocidos como ácidos oleicos, que también pueden encontrarse en el aceite de oliva. Es por ello que el jamón ibérico es un alimento destacado dentro de la dieta mediterránea.
También destaca por ser un producto que no produce ninguna ganancia de peso, es decir, que no engorda. Un estudio elaborado por el Centro Tecnológico Andaluz del Sector Cárnico (Teica) explica que el jamón ibérico es también beneficioso para las embarazadas ya que elimina el riesgo de toxoplasma en la gestante.
Por último, el jamón ibérico no modifica los triglicéridos ni el perfil lipídico de quien lo consume. Por lo tanto, el jamón ibérico no aumenta el colesterol malo, si bien es cierto que ayuda a producir colesterol bueno. En Embutidos HR tendréis a vuestra disposición los mejores jamones ibéricos del mercado para poder disfrutar de una experiencia única que cuenta con el jamón como el principal protagonista.
La gastronomía se suma a la oferta de las rutas del toro bravo salmantino
En estos tiempos revueltos en los que mucho se habla y poco se conoce, resulta más que recomendable descubrir de primera mano lugares que hasta no hace tanto, estaban cerrados a cal y canto y a los que tenían acceso unos pocos privilegiados. La dehesa, uno de los elementos que identifican la provincia de Salamanca, con sus fincas en las que conviven el toro bravo con el cerdo ibérico, ha abierto sus porteras para que todo aquel que quiera saber, aprender, o incluso degustar, deje volar su imaginación y se transporte a un mundo de sensaciones.
Sin olvidar la actividad principal de la dehesa -la ganadera- en sus diversas modalidades; ese ganadero, empresario en definitiva, ha dado un paso más diversificando el negocio hacia la vertiente turística, como un complemento de renta y como una posibilidad de dar a conocer al mundo cómo es la vida en la dehesa.
Las siguientes propuestas tienen al toro como hilo conductor, pero la parte gastronómica también ha ido tomando cuerpo y da forma a una completa oferta.
La Roblicita (Alba de Yeltes)
Una vez más, el toro bravo es la excusa para conocer un modo de vida único, tal y como lo sienten sus propietarios, en este caso, la familia Revesado Pernas.
Visita guiada en la que se conoce la vida del toro bravo en su hábitat natural y sin ningún tipo de peligro.
En la que se pueden descubrir las faenas camperas de primera mano guiados por profesionales, es la propuesta de La Roblicita.
Pero el negocio máter de esta familia ha sido siempre la industria cárnica, por eso, como argumenta Alberto Revesado, «se solapa la cría del toro bravo y la del cerdo ibérico y en esa misma dehesa, La Roblicita, donde están las vacas de vientre y los toros.
En época de campaña de bellota también está el porcino ibérico que luego procesamos en nuestra planta». «La calidad de nuestros productos -añade Revesado- viene avalada por un seguimiento de todo el proceso, desde la materia prima hasta el final».
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